Dentro de las etapas de evaluación preescolar encontramos como primera etapa el diagnóstico, el cual, "nos proporciona un perfil individual o de grupo que nos permite conocer el nivel de madurez en que se encuentran los niños al inicio del año escolar; los resultados contribuyen a planificar las acciones educativas en función de los intereses y necesidades del educando" (Cálix, 2001). Pues por medio de ésta, podemos detectar de manera directa el nivel de desarrollo real de los niños durante el proceso de enseñanza aprendizaje.
Es por esto que tiene gran relevancia la observación directa y meticulosa por parte del adulto o educador, generando un clima armónico y agradable para el niño sin distractores que pudiesen alterar la participación del niño en las distintas situaciones producidas en el aula.
Es por esto que tiene gran relevancia la observación directa y meticulosa por parte del adulto o educador, generando un clima armónico y agradable para el niño sin distractores que pudiesen alterar la participación del niño en las distintas situaciones producidas en el aula.
Dicha observación debe ser realizada en todo momento de la intervención pedagógica, especialmente cuando se trabajan las distintas áreas de desarrollo como la cognitiva, afectiva social y motriz.
Gracias al diagnóstico, la educadora intervendrá de manera adecuada al nivel que atiende y a las necesidades e intereses que cada niño niño/a presente.
Así, todas las actividades, experiencias, trabajos y materiales son elaborados y planificados de acuerdo a cada nivel de desarrollo real que se presente en el aula y así también poder hacer un panorama global e individualizado del grupo.
Pues, "no se puede intervenir adecuadamente en educación en algo que se desconoce. El diagnóstico, en cualquiera de sus formalidades y modalidades, debe procurar el conocimiento del fenómeno educativo de una forma objetiva y rigurosa" (García, 1995). Más bien, debe existir un conocimiento previo antes de poder trabajar y proyectar nuevos desafíos para quienes aprenden.
Así, todas las actividades, experiencias, trabajos y materiales son elaborados y planificados de acuerdo a cada nivel de desarrollo real que se presente en el aula y así también poder hacer un panorama global e individualizado del grupo.
Pues, "no se puede intervenir adecuadamente en educación en algo que se desconoce. El diagnóstico, en cualquiera de sus formalidades y modalidades, debe procurar el conocimiento del fenómeno educativo de una forma objetiva y rigurosa" (García, 1995). Más bien, debe existir un conocimiento previo antes de poder trabajar y proyectar nuevos desafíos para quienes aprenden.
Cálix, J. (2001) "Educación Preescolar" (42 p.)
http://www.oei.es/quipu/honduras/cap07.pdf
García, N. (1995) "El diagnóstico pedagógico en la educación infantil" (76 p.) Madrid.
http://revistas.ucm.es/edu/11302496/articulos/RCED9595120073A.PDF
Tere el primer párrafo creo que es bastante claro en cuanto al propósito que te planteas para el desarrollo del diagnóstico, creo que es importante y necesario que profundices un poco más en el sustento teórico, el cual está muy bien encaminado, pero que al agregar solo un par de párrafos más podrías incrementar en función de la importancia que le estas dando a este proceso especialmente para a partir de este levantar tu plan de acción.
ResponderEliminarBusca algun otro autor que avale lo que estas planteando con García respecto a esta etapa.